Hoy, 20 de Diciembre, estaba anunciada una guerra globera a despatarre. En la salida, a las 9h, se presentan C. Iopuchi, J. Rominger, S. Olano, J.R. Escartín, P. Telecom y M. Güidi. Con el coche escoba aparece M. Er Dergao y mas adelante aparecerían E. Cipollini rebautizado como E. Chozas y, donde siempre, aparecieron Títulos Pantani acompañado por, ¡oh! ¡¡globerillo nuevo!!, A. Pino.

¿Que ha ocurrido esta mañana? ¿Epidemia de kakita? Lo que parecía preveerse como una guerra multitudinaria total y sin cuartel aparece como una pequeña reunión de mansos globerillos sin muchas ganas de guerra. ¿Será el jamón un arma sedante y laxante?. ¿Se pararían en Torre del Mar a comer churros?.

Durante la ida se observaba un gran viento a favor presagio de un bestial viento en contra para la vuelta. Todos sabemos que, por estas tierras, sobre las 11h aumenta el viento considerablemente. Poco después de cruce de la autovía hacen contacto con E. Chozas y poco antes de la cuesta de la KK absorben a Títulos Pantani y A. Pino que los esperaban.

La ida, en grupo, solo se ve deteriorada en las inmediaciones de Algarrobo donde cada uno marcha a la velocidad que quiere o puede. Al llegar a Algarrobo todo el mundo realiza un alto para reagruparse excepto de E. Chozas que sigue saliendo con el grupo, pero sin salir con el grupo, sigue a su rollo mientras el grupo espera a los rezagados. M. Güidi, todavía en recuperación, decide utilizar el vehículo escoba y no perderse el ascenso aunque fuera motorizado. Er Dergao mientras enseña los dientes siente envidia de no poder realizar esta salida siendo una de sus preferidas y ya van cuatro semanas sin dar una pedalada en condiciones.

Cuando deciden reanudar la marcha a E. Chozas ya no se le ve y llevaba varios minutos de ventaja. Durante las primeras rampas todos marchan en grupo pero, al aumentar su desnivel, el primero en quedarse es Rominger todavía no recuperado de su largo descanso debido a su accidente. Rominger hace lo que puede y mantiene su ritmo con la ilusión de mejorar día tras día y recobrar y superar su forma antes del accidente.

Hacia la mitad del ascenso, hasta Sayalonga, se va quedando P. Telecom que, tras su constancia, va encontrando fruto subiendo mejor y al que ya va costando trabajillo dejar atrás. Mas adelante cede Iopuchi y entonces aparece la triste figura del Papa Frita II. Este señor, salido de Dios sabe donde, portando una burra y un vestuario de indeterminada tecnología que hace lo que puede por declararle la guerra a los de cabeza. Iopuchi, animal vertebrado de sangre fría, mantiene su ritmo sin perder de vista al OPNI (objeto pedaleador no identificado) tal que un depredador siguiendo y observando su presa antes de espatarrarla.

Mas adelante, S. Olano también queda descolgado y poco después Alvaro Pino por lo que ya solo quedan en cabeza Pantani y Escartín a rueda. Escartín que se encuentra sin enemigos naturales no va motivado y decide, en una diarrea mental, dejarse de caer para ayudar a Pino, Olano e Iopuchi a alcanzar la rueda de Pantani.

Pantani ve la oportunidad y, con su burra nueva, mete plato poniendo, aproximadamente, 1km de por medio. Escartín contacta con Alvaro Pino y no termina de creerse lo de Pantani. Tras dudarlo un poco decide ir a la caza de Pantani. Cuando le falta menos de 200 metros, para alcanzar a Pantani, se le sale la cadena y algunos auguran que ya no daría alcance a Pantani ya que éste había vuelto a restablecer gran diferencia.

Pino vuelve a quedarse solo. Tras él, S. Olano y a poca distancia el Papa Frita II que, con los ojos llorosos, la naríz moqueante y temblaera en las piernas, daba los últimos coletazos y gemía, no por no alcanzar a los que le precedían, sino por no ser alcanzado por los que marchaban tras el, ya no dejaba de mirar atrás. Y no era para menos ya que Iopuchi, con los ojos inyectados en sangre, había dejado de observar a su presa y se disponía a espatarrarla en un ataque mortal.

Faltaban sobre dos kilómetros para llegar a la gasolinera cuando ya se le veía el culot a E. Chozas, momento en el que Escartín pasa a Pantani, quien confesaba que ya no podía con los culots. Mas atrás Iopuchi acababa espatarrando al Papa Frita II que pasaba a ser objetivo de Telecom. Poco después también era adelantado Pino por Olano e Iopuchi.

E. Chozas ya había tomado el desvío para el alto del Pantani, Escartín, tiene un desliz, y continua para Competa pero, avisado por el coche escoba, rectifica. Mas tarde Olano e Iopuchi se equivocan y continúan para Competa. Al final llega E. Chozas y con menos de un minuto Escartín seguido a poca distancia por Pantani. Todos se vuelven para reunirse en la gasolinera. En este momento llega y sigue Pino, a cierta distancia el Papa Frita II seguido de cerca por Telecom quien ya saboreaba la presa. Rominger se queda a menos de dos kilómetros de la gasolinera. Concretando, primero Escartín, segundo Pantani, tras ellos Olano e Iopuchi, A. Pino, Papa Frita II, Telecom y Rominger y E. Chozas a su rollo.

El descenso es aprovechado tranquilamente para recuperarse. E. Chozas continua su camino y no vuelve a vérsele el culot, ¿de qué me sonará este estilo?. Al final se realizan dos paradas de reagrupamiento para no dejar descolgados.

La vuelta se hace interminable, un fuerte viento, no recordado desde hace tiempo hace que la velocidad del grupo no supere los 23 km./h. Al llegar la cuesta de la KK, Olano y Rominger animan a continuar a los demás y ellos bajan el ritmo. Escartín, Iopuchi y Telecom continúan.

Al final llegan cansandos y algo maduros pero sabedores de haber cumplido bien con sus deberes.

¡Señores! ¡Estos si que son mis globeros!


Manuel García Casado