El espatarre

Estaban cansados pero ¿Se había acabado todo? ¿Irían juntitos y serían buenos?. Juntos si, pero de buenos nada de nada, ¡a muerte¡. Se suceden hachazos bestiales a mas de 40, ya que la velocidad mantenida siempre fue alrededor de los 35 km./h, sacaron fuerzas de donde no había, crujían bielas, piernas y piñones. ¡Guerra!, ¡qué esto se acaba! Al final llegaron al desvío de la autovía: Bugno, Zabel, Bartolini y Olano seguidos a distancia por Güidi, Gentile, Telecom y Er Dergao y seguidos a pocos metros por Pacoshev, Rominger y Chaba.