Hoy, a las 9:00, estaban citados para realizar una de las salidas mas largas que pueda realizar el grupo... ¡de momento!. El año pasado la realizaron J. Jalabert y S. Olano y este año se la propusieron ellos dos mas J. Jalabert, S. Faenini, J.M. Piépoli, P. Telecom, S. Olano y M. Er Dergao. Un problema de salud de Jalabert y otro problema de Telecom les impidió acudir a tan deseada salida. Ya era la segunda vez que se intentaba este año y no era cuestión de volverla a posponer, ya habrá otras. De los cuatro participantes dos de ellos, Faenini y Piépoli, no habían participado en salidas superiores a 105 km y de, aproximadamente, 100 habían hecho muy pocas por lo que se enfrentaban a un gran reto. En cuanto a Er Dergao tan solo una vez había realizado una salida de distancia parecida y muchas salidas de mas de 100, por lo que ya sabía que 150 no es igual que 100 + 50.

Al final, en la gasolinera, salieron poco después de las 9:15 y tras calentar aumentaron la velocidad progresivamente hasta alcanzar los 25 km./h y curiosamente no había viento alguno. Al llegar a Torre del Mar la velocidad oscila entre los 22 y los 25 km./h también con ausencia de viento. El primer abocatamiento lo realizan en el Puente de D. Manuel, de donde salen satisfechos aunque Faenini, o Er Padre Piquillo, pierde las gafas.

Se comienza el ascenso a las Ventas de Zafarraya a un promedio de entre 7 a 9 km./h. A partir de los 400m, sobre el nivel del mar, se comienza a sentir frío a pesar del sudor. Piépoli y Er Dergao fueron comparando y controlando su pulso durante toda la subida y mientras Piépoli intenta no pasar de 150 pulsaciones, Er Dergao procura no sobrepasar las 135. Llegaron a Ventas de Zafarraya sobre las 12:45 pero siguieron a Zafarraya, recuperando piernas, donde se detuvieron para repostar agua y tomar un refresco sobre las 13:00.

Cuando salen de este segundo abocatamiento son aplaudidos por la afición, unos alumnos y profes animan a estos aguerridos globeros suicidas. A partir de este momento se comienza a pedalear por uno de los más bonitos parajes de todos sus recorridos. Tras unos pocos kilómetros de llano comienza el segundo ascenso (La Cantera), mas corto, donde se vuelven a establecer las mismas velocidades pero la diferencia de pulso entre Piépoli y Er Dergao se establece en 10 latidos mas (25), frente a los 15 de la subida a Ventas. Poco antes de coronar este segundo ascenso Er Dergao comienza a sentir muy buenas sensaciones, no le molesta nada, no duele nada y puede subir la velocidad mas de un 50 % sin despeinarse ... ¡no tiene pelos!.

Después llegan a un descenso largo y por carretera muy recta, con buen asfalto, el paisaje es precioso y el aire, muy puro, se nota en los pulmones. Al terminar el descenso hacen un alto para admirar el bonito paisaje, de verdad que merece la pena, lo único malo es que está demasiado lejos para incorporarlo a una Clásica Ordinaria.

Prosiguen camino y comienza el último ascenso al puerto de los Alazores a 1028 metros. El aire llena los pulmones totalmente, sin jadeos entrecortados. Tras él un rompepiernas pero casi siempre en bajada hace que el ritmo del grupo aumente. La calzada de bajada desde el puerto ha sido totalmente reparada y hace que sea una delicia su recorrido también por un bonito paraje, casi llegando al final del descenso se puede admirar el Pico de El Aguila.

Realizan un tercer abocatamiento en la Venta "Los Moriscos" donde Faenini alias "Padre Piquillo" y Piépoli alias "Padre Salao" amenizan el evento. Pidieron una fuente de patatas fritas, una fuente de tomates con ajos, una fuente  de chorizo frito, una fuente de pimientos fritos y refrescos variados. No habían terminado cuando comentan pedir mucha mas comida y Er Dergao alias "Padre Manué" los reprime diciendo que el pecado de la gula es pagado con una penitencia de ascenso con la tripita llena. Dicho esto todos recapacitan y deciden pagar e irse. El camarero dice son: "2050 pero como sois hombres de bien, deportistas, os rebajo los diez duros". A los globeros, embargados por la emoción, ante tal hecho se les saltan las lágrimas y quedan muy agradecidos. Esta venta merece la pena en cuanto precio, calidad y servicio.

Prosiguen el descenso y conectan con la llamada Carretera de Arco que va desde Colmenar, a 60 km. del final del recorrido, hasta Torre del Mar y comienzan el descenso. Olano alias "Padre Poker" ayudado por Er Dergao "Padre Manue" realizan la bajada que es tomada por Faenini "Padre Piquillo" con cierta alegría. Padre Piquillo en los ascensos, de las pocas rampas que quedan, aprieta todo lo que puede mientras que los otros tres, que lo observan con cierta incomprensión, van intentando guardar fuerzas para el resto del recorrido. Paran para un cuarto abocatamiento en la Venta de La Viñuela. Después, en el descenso mas fuerte, superior al 8%, la velocidad no sube y para superar los 40 km./h hacia falta dar pedales debido al fuerte viento en contra que llevaron durante toda la vuelta.

Cuando se llega al falso llano sigue el fuerte viento en contra y se siguen los relevos a 30 km./h., Faenini se pone a cola del grupo durante largo rato. En un intento de relevo se pone el primero bajando la velocidad a 27 km./h. Tras unos metros se pone a 23 y hace que todos frenen y lo tengan que adelantar para ponerlo otra vez a final del grupo de donde no se vuelve a mover.

La velocidad prosigue alrededor de 30 km/h hasta llegar a Torre del Mar donde se tiene que bajar a entre 21 y 24 ya que el viento y una ligera pendiente así lo aconsejaban. Todos esperaban viento a favor desde Torre del Mar a Rincón ... ¡infelices!. Las banderas estaban totalmente desplegadas indicando aun más viento en contra. La velocidad la establece el Padre Poker, a petición del clero, a 25 km./h aunque algunos reconocen que ya van justos. En este punto, Er Dergao comienza a notar el abuso del negro. Cuándo llegan a la Cuesta de la Caca se baja el ritmo a 22 km./h pero cuando se corona, Er Dergao no ve a Faenini ¡había desaparecido!. Bajaron la velocidad todos a menos de 19 km./h esperando verlo aparecer y al cabo de un largo rato asomó con el casco totalmente volcado a un lado, signo inequívoco de maure extremo. El Padre Piquillo aclaró que le había dado, por primera vez en su vida, un calambre en una pierna. Todos diagnosticaron que el calambre fue motivado por las alegrías que se tomó a la vuelta. El Padre Manue aconseja la utilización del plátano, por su alto contenido en potasio, aunque como el calambre había sido provocado, no por la falta de potasio, sino por falta de materia gris en este caso, debían ser dos plátanos: uno se introduciría en la boca pelado y otro, sin pelar, se introduciría por el .... back orifice, todos se lo toman como broma que es lo que era y prosiguen camino al mismo ritmo aunque el Padre Manué aconseja al Padre Poker bajar al menos 1 km./h y éste así lo hace, loa idea era no descolgar a Faenini. Al llegar al cruce de la autovía se baja el ritmo para recuperar piernas ¡si esto era posible! y todos terminan, a las 19h, en el Rincón en compañía del Padre Pior para confesar sus pecados.

En serio, Piepoli (Padre Salao) dice que tiene las piernas muy cargadas y admite que le han sobrado los últimos 20 km. y, en broma, Faenini (Padre Piquillo) dice que le sobraron los otros 130. Olano (Padre Poker) dice sentirse cansado igual que Er Dergao (Padre Manué) pero además, Er Dergao, informa que lo único que no está bien es el sufrido culote. Padre Piquillo, mientras se aleja cojeando, pregunta sobre cuando iban a hacer los 200 km. lo que obliga a cierta sonrisa en los demás. Padre Manué volvería a hacer esta salida cuantas veces encarte, le gustó mucho, aunque advierte que para hacer 150, aparte de estar medianamente preparado en fondo hace falta no tomarse ninguna alegría durante su recorrido.

Se habían recorrido un total de 150 km. a una media de 20 km./h en un tiempo total de 7:30 sufriendo los abusos del negro del cual todos se quejan.

 


Manuel García Casado